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BIG DATA: LA INTERSECCIÓN DEL DATO Y EL NEGOCIO

Articulo de: Demetrio Barragán

Si hacemos balance de los términos más frecuentes de revistas y medios en 2017, aparecen big data y transformación digital con una fuerte correlación positiva, cuyo significado no puede ser otro que big data sea una de las mayores palancas de transformación e innovación que hoy tenemos en nuestras empresas. Hemos escrito ríos de tinta durante todo el año sobre este fenómeno, pero en este artículo, quisiera destacar algunos textos, reflexiones y tendencias de futuro…
 


Todavía recuerdo aquella historia relatada en el libro “El poder de los hábitos” (Urano,2012) por el periodista ganador del premio Pulitzer Charles Duhigg, donde destacaba el poder de los datos en una sociedad hiperconectada. Los hechos tuvieron lugar en Minneapolis (EEUU). Un hombre estaba furioso en un establecimiento exigiendo ver al encargado. “Mi hija ha recibido esto”, dijo el señor mostrando unos cupones de ropa de bebé. “Todavía está en el instituto, ¿Acaso intentan animarla a que se quede embarazada?” … No se trataba de un error, la joven estaba esperando un niño y el innovador software de la cadena la de grandes almacenes target había logrado predecirlo en base a las búsquedas en internet de la futura madre. Se trata solo de un pequeño ejemplo de hasta qué punto el Big Data juega un papel central en nuestras visas y en la estrategia de las empresas.

En la última década, la sociedad ha vivido una revolución digital que ha transformado por completo el modo en el que vivimos, trabajamos, aprendemos y pensamos: la revolución del Big Data.

La disponibilidad y acceso a los datos han experimentado una explosión sin precedentes y, por tanto, necesitamos asimilar y desplegar todo su potencial.
Me gusta definir Big Data como la intersección de estrategia de negocio y ciencia de datos, ofreciendo nuevas oportunidades para crear ventajas competitivas. Big Data permite a las empresas utilizar los datos como un activo estratégico: disponer de la información relevante en tiempo de decisión, erradicar procesos operativos ineficientes, mejorar la experiencia de clientes, sacar provecho de nuevos mercados, etc.

Nos estamos moviendo desde una cadena de valor tradicional lineal a otra circular donde se integran todos los puntos de contacto con el cliente a lo largo del ciclo de vida, desde la ideación y la co-creación, hasta la personalización, feedback, e insights para volver a alimentar el ciclo.
Para muchas empresas y negocios, Big data es ya hoy la ruta crítica para desarrollar nuevos productos/servicios / modelos de negocio y estoy convencido de que va a ocupar, cada vez más, una gran parte de la agenda de los directivos y sus equipos.

Reflexión I: Activar los presupuestos…
El mayor problema que hoy encontramos en las organizaciones es que solo un pequeño conjunto de grandes/ medianas empresas por un lado y startups por otro, son las únicas que están maximizando el potencial de los datos.
Las empresas tienen hoy una mina de información y aún están sentadas sobre ella sin utilizarla… unas por desconocimiento, otras por el riesgo al cambio y otras simplemente no saben por dónde empezar. Por ello, es nuestra responsabilidad formar y evangelizar sobre los beneficios que esto supone, al tiempo que fomentar partidas en los presupuestos que contribuyan a desarrollar “bussiness cases” específicos para su negocio.

¿Has iniciado ya el camino?

 Reflexión II: Activar el modo startup

Los avances tecnológicos están generando una economía con unos costes marginales cada vez más bajos. Este fenómeno se extenderá a todas las industrias… Un buen ejemplo serían empresas de fondos de inversión que ya hoy no utilizan brokers, sino que aplican algoritmos basados en datos para tomar decisiones, proponer escenarios de inversión u optimizar la rentabilidad de sus clientes.
El viaje hacia el Big Data comienza lleno de curvas… Ya nadie tiene dudas de que los datos están en el corazón de la transformación digital, y en esta nueva era la velocidad
“La disponibilidad y acceso a los datos han experimentado una explosión sin precedentes y, por tanto, necesitamos asimilar y desplegar todo su potencial”
para implementar cambios y modelos de negocio es vital, así como la capacidad de fallar, aprender y corregir.

¿Tenemos otras alternativas?

Reflexión III: Activar la figura del Chief data Officer (CDO)

Dar el salto hacia la revolución de los datos implica también ciertos retos, muchos de ellos organizativos: hay que generar una cultura del valor del dato.
¿Cómo definir el criterio para seleccionar todas las oportunidades?, ¿cómo cuantificar y medir el éxito de estas iniciativas?, ¿cómo y quién debe gobernarlas?, ¿quién es el propietario del dato?, ¿cómo crear equipos altamente eficientes/cross- funcionales?
Al abordar estos retos, cada organización lleva en sí los gérmenes de todas las cualidades humanas, y por tanto nos encontramos con las controversias tejidas en torno a nuestra esencia: la necesidad de evolucionar y reinventarnos, pero por otro, una profunda resistencia a los cambios… pero todos sabemos que le cambio es posible.
“Los fumadores pueden dejar de fumar, los eternos perdedores pueden llegar a ser campeones. Puedes dejar de morderte las uñas, de gritar a tus hijos, de pasarte la noche en vela o de preocuparte por cosas pequeñas. Y tal como cambias las vidas de las personas cuando se ocupan de sus hábitos, también las empresas, organizaciones y comunidades pueden hacerlo”.
Los CDO se presentan como figura clave y se convierten en agentes de cambio…

¿Quién está liderando estas iniciativas hoy en tu empresa?

Final Remarks: Conclusiones

Big data junto al desarrollo de otras innovaciones relacionadas, como robótica, IOT, blockchain y plataformas conversacionales, contribuirán a socializar estas tecnologías para que sean aún más visibles en nuestras vidas.

Hoy ya tenemos millones de contadores eléctricos o de gas, cámaras de vigilancia o máquinas de vending, y veremos en breve toda una explosión de objetos cotidianos conectados a nuestros hogares.

El uso de estas tecnologías es cada vez más sencillo desde el punto de vista del usuario, pero mucho más complejas e interrelacionadas desde quién las diseñan y programan. Por ello, como profesionales, tenemos que pensar que una gran parte de todo lo aprendido hasta ahora nonos sirve para el futuro: tenemos que reinstalar nuestro sistema operativo, desarrollar nuevas skills, tomar riesgos, no rendirnos… y lo digo desde el convencimiento de mis propias vivencias personales.
Finalmente, cabe recordar que tenemos una oportunidad sin precedentes para nuestras empresas, que estamos viviendo una etapa fascinante, pero tenemos que reflexionar y poner cordura a nuestros comportamientos…” Parejas que comparten una velada intima sin apartar la vista de sus teléfonos móviles, familias que visitan a sus mayores en las residencias y se olvidan de su propósito consultando obsesivamente sus dispositivos, adolescentes que se despiertan varias veces en la madrigada…” La promesa de las tecnologías digitales es maravillosa y seductora, pero en ningún caso debemos permitir que acercarnos a los que está lejos tenga el coste de alejarnos de lo más valioso, de lo que tenemos cerca.